Kuala Lumpur, última escala en Asia

Dejamos Singapur para volver a Malasia esta vez tendríamos la suerte de recorrer Kuala Lumpur, por un error de cálculos pasaríamos allí un sólo día, nuestro avión salia el 12 de enero a las 0.25 y no a las 23.55 como había pensado en un primer momento, así que nuestra visita a la capital malaya fue más bien, fugaz. Hicimos la visita obligada a las torres Petronas, unas 3 veces y nos deslumbraron, la visitamos a la luz del día y por la noche, donde la iluminación que posee nos dejó por varios minutos boquiabiertos y luego de sacar las fotos que deseábamos nos sentamos a contemplarlas, simplemente a deleitarnos con su belleza. Ahora el segundo edificio más alto del mundo es imponente y prácticamente no existe ángulo que permita fotografiarlas en su totalidad, al menos con nuestra cámara compacta, que sigue siendo la única que tenemos ya que no pudimos efectuar el pago de la Nikon D90 que tuvimos en nuestras manos por unos excasos minutos por mucho que intentásemos. La no compra de la cámara de foto nos hice perder casi toda la tarde dentro de las torres así que al irnos con las manos vacías nos dirigimos… Seguir leyendo

Langkawi, la llegada a Malasia

Luego de un largo viaje que incluyó combi, barco, migraciones y un taxi, llegamos a Langkawi, conocíamos un nuevo país y estábamos ansiosos por descubrirlo, aunque para ser justos estas ansias no son de descubrimiento sino de disfrutar y relajarnos en sus playas. Sin embargo la emoción que tiene llegar a un nuevo país, luego de cruzar las fronteras y hacer migraciones, cosa que realmente odio del hecho de viajar y el único momento en que no lo puedo disfrutar, es maravillosa. Esta vez conseguir habitación no fue tan facil, tuvimos que caminar bastante, recorrer y preguntar en todos los hoteles de la zona económica. Cuando ya nos estbámos resignando en dejar la zona, en el último hotel que nos faltaba por preguntar, en la última habitación que tenían pudimos alojarnos. La habitación era muy bonita, teníamos aire, tele que nunca prendimos, una mesita para comer y hasta una pava eléctrica que nos ayudó a preparar nuestros primeros mates en Asia. Por su parte, el baño era, sin embargo, uno más de este continente, la pared no tenía ni reboque grueso, la ducha sólo contaba con agua fría, la pileta era mínima, sin contar con ningún lugar para dejar aunque… Seguir leyendo