Valencia, Zaragoza y Logroño, el viaje en auto ha comenzado!

Dejamos Barcelona, despidiendo a nuestro amigo Sam. Era un lunes por la tarde y nuestro equipaje excesivo hacía que nuestra marcha fuera lenta. Si bien siempre tratamos de reducir al mínimo posible el peso de las mochilas, esta vez, con nuestra proyección de vida en Nueva Zelanda, no lo pudimos conseguir. Debido a nuestro intento fallido de autostop nos dirigíamos a Valencia en tren. En un poco más de 5 horas estábamos en esta hermosa ciudad, aunque aún desconocíamos su belleza, y Eduardo, hermano de nuestro compañero de piso en Alemania, nos esperaba. Al llegar a su casa, su madre nos esperaba con una rica cena y durante todo la estadía fuimos atendidos como reyes. Siempre rescato este tipo de actitudes y es uno de mis principales motivos para viajar. Es maravilloso descubrir y sentir que los valores humanos no se han perdido como parece en la vida cotidiana, en la que parece reinar el egoísmo y el desinterés por el bien común. Nuestra estancia en Valencia fue muy placentera y aprovechamos para recorrer su centro histórico y sus modernísimos edificio, los vanguardistas puentes de Calatraba, un famosísimo arquitecto que entre sus obras diseño el puente de la mujer en… Seguir leyendo