Paseando en El Salvador (del 16 al 20 de noviembre de 2012)

Así fue que el sábado por la mañana, no sin antes haber preguntado en reiteradas ocasiones, cuáles eran los barrios por donde podía moverve, salí lo más sencillamente posible rumbo a la playa. Tomé el bus 52 y caminé por el centro de la ciudad para tomar el 102. Allí le pregunté a una señora por dónde debía ir y fue la policía misma que me recomendó ir por determinadas calles porque las otras eran peligrosas. Caminé con el paso apurado y llegué al bus, que demoraría más de 2 horas en llegar a la otra terminal. En una de las escalas intermedias se subieron al colectivo numerosos vendedores ambulantes y fue allí donde noté que las casas no sólo tenían alambre de puas militares sino que además estaban electrificados. Llegué hasta el puerto sin recordar el nombre de la playa a la que quería ir, por lo que volví a preguntar a la gente local que se caracteriza por su excesiva amabilidad y minutos más tarde ya estba nuevamente en otro bus. Cruzando la frontera El Salvador – Guatemala Llegué a la playa unos veinte minutos más tarde, donde sentí que había viajado a otro continente. Es que… Seguir leyendo