Fiji, de vacaciones en una postal

Nos habíamos establecido en Auckland. Ya teníamos una rutina semanal, que se hacía soportable sólo por la rutina del fin de semana. Y paradójicamente aquello que me había alejado de Buenos Aires, me estaba recibiendo en Auckland. ¿Será acaso que la rutina es inherente a la persona y no al lugar del que intentamos escapar? No lo sé, y seguiré viajando para descubrirlo, aunque sólo sea una excusa para hacer lo que más me gusta. Sin embargo esta vida de oficina, me permitía hacer algo que no había planeado, o al menos no de esa forma: irme de vacaciones. Así fue que mis vacaciones ya estaban pactadas desde la primera entrevista, con la idea de visitar Australia, aunque también se nos cruzó volver al sudeste asiático, aunque fue descartado para pasar año nuevo en Sydney para disfutar de ese show de fuegos artificiales que vemos desde casa a las 10 a.m. del 31 de diciembre, mientras terminamos de preparar la ensalada de frutas o el vitel toné. Este viaje, tendría la suerte de hacerlo con mis papás que nos vinieron a visitar para pasar las fiestas con nosotros. Aunque, como no podía ser de otra forma, decidimos aprovechar nuestros días… Seguir leyendo