La llegada a Australia y el maravilloso comienzo de 2014 en Sydney

Por alguna razón, Australia fue un subcontinente que siempre me atrajo. Algo que ronda lo exótico, lo misterioso. El hecho de estar practicamente aislado de cualquier otra tierra, hizo que en sus tierras se desarrollaran animales de lo más exóticos, desde los conocidos canguros o koalas hasta ornitorrincos o cocodrilos capaces de nadar en agua salada. Depués de muchos años de que ese destino estuviera en mis pensamientos, finalmente llegamos a este gigantesco país. Los invito a recorrer con nosotros las maravillosas ciudades de Melbourne y Sidney, donde recibimos el año nuevo en una de las mejores fiestas de mi vida, a bordo de un barco en las costas de la famosa ópera y a escasos metros del espectáculo de fuegos artificiales más impactantes del planeta.              Corría el 31 de diciembre de 1999. Tenía 14 años y todo el mundo estaba psicótico con el cambio de milenio. Algunos aguafiestas se empeñaban en decir que el tercer milenio comenzaría recién en el año 2001, ya que el calendario gregoriano no incluye el año 0, mientras ingenieros y progamadores sólo algunos años mayores a mi, llenaban sus bolsillos arreglando los errores del Y2K. Por mi parte, yo disfrutaba del estreno de… Seguir leyendo

Fiji, de vacaciones en una postal

Nos habíamos establecido en Auckland. Ya teníamos una rutina semanal, que se hacía soportable sólo por la rutina del fin de semana. Y paradójicamente aquello que me había alejado de Buenos Aires, me estaba recibiendo en Auckland. ¿Será acaso que la rutina es inherente a la persona y no al lugar del que intentamos escapar? No lo sé, y seguiré viajando para descubrirlo, aunque sólo sea una excusa para hacer lo que más me gusta. Sin embargo esta vida de oficina, me permitía hacer algo que no había planeado, o al menos no de esa forma: irme de vacaciones. Así fue que mis vacaciones ya estaban pactadas desde la primera entrevista, con la idea de visitar Australia, aunque también se nos cruzó volver al sudeste asiático, aunque fue descartado para pasar año nuevo en Sydney para disfutar de ese show de fuegos artificiales que vemos desde casa a las 10 a.m. del 31 de diciembre, mientras terminamos de preparar la ensalada de frutas o el vitel toné. Este viaje, tendría la suerte de hacerlo con mis papás que nos vinieron a visitar para pasar las fiestas con nosotros. Aunque, como no podía ser de otra forma, decidimos aprovechar nuestros días… Seguir leyendo